viernes, 18 de abril de 2008

ECHAR RAÍCES

Desde luego esta no es una frase hecha que nadie desconozca, creo que todos la hemos dicho alguna vez, pero nunca antes de manera tan ... literal. Porque este hombre... ¡este hombre sí sabe lo que es echar raíces!




Dede es un indonesio de 35 años que padece una enfermedad todavía por determinar, aunque la mayoría de las investigaciones apuntan al virus del papiloma humano. El problema es que tiene un extraño defecto genético en su sistema inmunológico por el que su cuerpo no desarrolla las defensas ante el virus, por lo que éste se sobredesarrolla.
Muchos médicos se han interesado por él, y el último ha sido un dermatólogo estadounidense que asegura que en seis meses de tratamiento, Dede podría llevar una vida normal.


Parece que todo comenzó con unos cortes que se hizo en las rodillas cuando tenía 15 años, a partir del cual empezaron a brotarle verrugas por todo el cuerpo, además de unas extrañas raíces, semejantes a las de un árbol. Dede empezó a alarmarse y se cortaba a menudo las raíces, pero éstas no hacían otra cosa que crecerle más aún.
Incapacitado para trabajar debido a sus pesadas y torpes extremidades y sin otra fuente de ingresos para mantener a sus tres hijos (ya que su esposa lo abandonó), este indonesio se enroló en una especie de circo ambulante que le daba sustento.




Y yo me quejo cuando me salen sabañones en invierno, por el amor de Dior.En fin ... ¡así está el mundo y así se lo hemos defineccionado!

lunes, 14 de abril de 2008

Niño Pájaro




Si cibernaut@s, navegando por la red he encontrado esta noticia. Lo llaman 'el niño-pájaro', ha pasado los siete años completos de su vida encerrado en una habitación repleta de pájaros por obra y gracia de su madre (que debe tener la cabeza tan llena de pájaros como el supuesto zulo). Cuando los funcionarios sociales lo encontraron el chico no dijo ni pío, pues el crío no entiende el lenguaje humano ni nada que se le parezca. El niño, aislado y en medio del febril trino de sus amigos los pájaros, habría desarrollado un lenguaje consistente en la combinación de gorjeos extraños y la agitación de brazos como si fueran alas.

Pero lo más curioso de esta noticia, es que parece ser que la imaginación de los periodistas voló en este caso a mucha más altura que los hechos. Lo curioso es que el mito del niño-pájaro sobrevuela en libertad por el ciberespacio, y ya ha sido 'disecado' y colgado en miles de páginas web de todo el mundo.

Si se escribe en google 'Bird child Russia' (o 'bird boy') aparecen cientos de entradas (hasta Wikipedia lo ha registrado). En casi todas se reproduce la noticia tal y como fue redactado por Pravda.